Deja la pluma sobre la mesa y enrolla el pergamino en el que ha contestado al examen.
Aquello no es nada, al menos comparado con los TIMO’s del año anterior.
Remus se levanta, y hace influido movimiento de cabeza, logrando que, por un momento, se le aparte el flequillo de los ojos.
Camina por la clase, hasta llegar a la mesa del profesor Flitwick.
(
Read more... )